Ciudad Real se asienta sobre un ejemplo espectacular de varios maares, con morfologías y tamaños diferentes, superpuestos entre sí. Son formaciones volcánicas producidas por erupciones hidromagmáticas en las que interactúan el agua, ya sea superficial o subterránea, con un foco de calor magmático. Se originan sucesivos depósitos -de espesor variable- que crean estructuras en forma de anillo (de varios metros de espesor) por la sedimentación de los materiales que son desplazados -a altísimas velocidades y temperaturas: “nubes ardientes”- radialmente desde el centro de la erupción. (Fig. 1).
Se trata de, al menos, tres maares unidos unos con otros en forma de racimo, identificados con las zonas donde se encuentra sus fondos: Pozuelo de Don Gil (Plaza del Pilar), Los Ángeles, las Herrerías (Hospital General Universitario), La Cantera y Holgueras.
En las galerías del Torreón, se pueden observar con detalle los depósitos de flujos piroclásticos, es decir la mezcla de materiales producidos por la erupción compuesta por gases y fragmentos de roca del sustrato y magma, trasportados a modo de corriente: “nube ardiente”. Los depósitos que vemos en las galerías del Torreón están vinculados al anillo del maar del barrio de los Ángeles. Se observa una clara alternancia rítmica en láminas de capas con diferente grado de cohesión. Estos depósitos presentan importantes deformaciones con huellas de impacto provocadas por bombas volcánicas de lavas, bloques de caliza, y otras rocas del sustrato existente. Este tipo de depósitos volcanosedimentarios también da lugar a morfologías estratigráficas muy variadas, dependiendo de la energía (velocidad y temperatura) de la “nube ardiente”: laminaciones, estratificaciones y laminaciones cruzadas, dunas, antidunas, etc. Incluso, pueden observarse estructuras de licuefación y, en ocasiones, paleosismitas asociadas con la actividad sísmica que acompañó a los procesos eruptivos en los maares. (Fig. 2 y 3).
La disposición de los edificios hidromagmáticos han condicionado la topografía del núcleo urbano de Ciudad Real: el desarrollo de la trama urbana sigue casi a la perfección el borde de los maares (rondas y algunas calles principales), además de la localización de algunos monumentos emblemáticos de la ciudad ubicados en las partes topográficamente más elevadas (Torreón del antiguo Alcázar, o la propia muralla de la ciudad, que seguía, en parte, el borde de los maares). (Fig. 4).
Los datos del Torreón del antiguo Alcázar se pueden consultar en la página de Turismo y Cultura de Ciudad Real, ver QR.
Ciudad Real settles on a magnificent example of several maars, with different morphologies and sizes, superimposed on each other. These are volcanic formations produced by hydromagmatic eruptions in which water, either surface or underground, interacts with a focus of magmatic heat. Successive deposits of variable thickness originate, creating ring-shaped structures (several metres thick) by the sedimentation of materials that are radially displaced at very high speeds and temperatures like «burning clouds» from the centre of the eruption (Fig. 1).
There are at least three maars linked to each other in a cluster, identified with the areas where they are located: Pozuelo de Don Gil (Plaza del Pilar), Los Ángeles, Las Herrerías (University General Hospital), La Cantera and Holgueras.
In the Torreón galleries, the deposits of pyroclastic flows can be observed in detail, i.e. the mixture of materials produced by the eruption made up of gases and fragments of rock from the substratum and magma, transported in the form of a current: «burning cloud». The deposits we see in the Torreón galleries are linked to the maar ring in the Los Ángeles district. There is a clear rhythmic alternation in layered laminae with different degrees of cohesion. These deposits show important deformations with traces of impact caused by volcanic bombs of lavas, limestone blocks, and other rocks of the existing substratum. This type of volcano-sedimentary deposits also gives rise to very varied stratigraphic morphologies, depending on the energy (speed and temperature) of the «burning cloud»: laminations, stratifications and cross-laminations, dunes, antidunes, etc. Liquefaction structures and, sometimes, paleoseismites associated with the seismic activity that accompanied the eruptive processes in the maars can even be observed (Fig. 2 and 3).
The layout of the hydromagmatic buildings has conditioned the topography of the urban centre of Ciudad Real: the development of the urban fabric almost perfectly follows the edge of the maars (rondas and some main streets), as well as the location of some emblematic monuments of the city located in the topographically higher parts (Tower of the old Alcázar, or the city wall itself, partially built along the edge of the maars) (Fig. 4).
The details of the Tower of the old Alcazar can be consulted on the Ciudad Real Tourism and Culture website, see QR.